La Inteligencia Social
Inteligencia Social – Soft Skills
Hoy vamos a tratar una cuestión interesante cómo aprender a tener factores que desarrollen nuestro grado de empleabilidad, si buscamos un empleo, el grado de mejora como trabajador, si ya lo tenemos, y el grado de dirección si ocupamos un puesto directivo. O en el ámbito más personal, como ser mejores parejas, padres, hijos o amigos.
Y sí, cuando hablamos de inteligencia social, hablamos de…?
Si queremos definir este término debemos remontarnos a tiempos de guerra en USA, allá año 1959, pero me gustaría definirlo como aquellas competencias, facultades que adquirimos como aptitudes “RAE: Capacidad de una persona o una cosa para realizar adecuadamente cierta actividad, función o servicio.”
Por lo que si queremos ser mejores, en la vida, en el trabajo, en la empresa, o en la búsqueda de un empleo, deberemos estudiar de las SOFT SKILLS. Y porqué están tan de moda, y además con el binomio de voluntariado.
Si volvemos al país donde se originó tal concepto encontraremos como un estudio de la Universidad de Harvard que del 100% de los logros de una carrera profesional tan solo un 20% serían derivados de la adquisición de los conceptos técnicos, de las habilidades cognitivas o requisitos necesarios y cuantitativos para adquirir por ejemplo un título o estudio. Y que el resto hasta un 80% dependían de esta inteligencia social.
Entonces si terminar un título universitario solo te ayudará a conseguir un 20% de tu vida laboral, es obvio que deberemos formarnos en el resto, pero ¿Cómo? Y ¿Cuáles son estas competencias básicas más demandadas por las empresas?
Si acudimos a las corrientes de las compañías americanas, observaremos que algunos requisitos de selección para x puestos de trabajo son, haber estudiado y trabajado al mismo tiempo, haber desarrollado una actividad complementaria de ayuda mutua como sea el voluntariado, tener un hobby concreto desarrollado, saber trabajar en colaboración y red… entonces vemos como además estas fórmulas de contratación cada vez más se dan en España.
Y es porque funcionan, o sino, quien quiere trabajar con un compañero de trabajo que jamás te va a ayudar a terminar un proyecto, porque su horario de trabajo termina a las 20.00 horas y no puede irse más tarde o más temprano, o con aquél que si te ve un día con muy mala cara, porque se ha muerto tu perro, ni te pregunta qué te pasa, o que nunca se puede interactuar con un café porque es como suele decirse un “bicho raro”, pues ese es el perfil de una persona con baja inteligencia social.
Cuáles son las 10 básicas más solicitadas?
1.- Liderazgo de servicio
2.- Resolver problemas
3.- Iniciativa y autonomía
4.- Empatía
5.- Comunicación entre personas
6. – Organización, planificación
7.- Flexibilidad, innovación
8.- Trabajo en equipo
9.- Asertividad
10.- Compromiso
Bien pero ahora qué pues en primer lugar deberemos evaluar cuál es mi grado efectivo de cada una de estas competencias, para saber cuál es mi nota y cómo mejorar en cada una de ellas. Luego elegir al menos 2 en las que flojeo y una tercera que me de fortaleza para con cada punto de lucha,
Por ejemplo, si quiero mejorar el trabajo en equipo, deberé ser puntual.
Si quiero mejorar mi liderazgo de servicio, preguntar más en qué te puedo ayudar, y no tanto si me ayudas.
Si quiero mejorar la flexibilidad, deberé estar dispuesto a cambiar alguna cosa si me la plantean, y no es peor claro.
Pero no solo con la actitud, sino también con la puesta en práctica con una lectura pausada sobre las mismas, con una entrevista con un profesional que nos pueda orientar en la imposición de nuestros propios retos personales, ajustándolos a nuestra realidad, para después como hacen los americanos, ponerlo a prueba con una práctica real.
El ejemplo más claro que conozco y que lo traigo a colación es el de la Fundación FADE, que con su proyecto de Talante Solidario, ha unido estas dos vertientes, el Voluntariado y el desarrollo formativo de las Soft Skills, en su plataforma Moodle, en la conversación pausada con el experto y el exámen continuo. Pero en el mercado observamos otros modelos viables.
Lo que quiero mostraros hoy, es la necesidad de adquirir una formación en estos términos ya que las empresas, no buscan trabajadores con competencias técnicas, (o habilidades duras) sino personas, que además de ser (buenas) sepan relacionarse, sepan comprometerse y todo eso que hemos ido esbozando con la definición de inteligencia social.
Y cómo exponer en una entrevista de trabajo estas competencias, cómo hacer llegar esta cuestión, importante es la certificación de tales competencias adquiridas, las conocidas cartas de recomendación, o haciendo notar aquello que nos hace vibrar, otros proyectos que asumimos y que completan y dan a conocer quiénes somos, muy a pesar de que pensemos no es de interés. Porque como dicen por ahí todo suma.
Macarena Perona
Consultora Estratégica
Plataforma TALANTE SOLIDARIO de Fundación FADE, https://talantesolidario.org/
Fuente, Estudio de Harvard,J.J. Heckman, https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3612993/