Conversaciones acerca del fracaso
Estos días he tenido la oportunidad de hablar de tú a tú con grandes líderes del mundo de la empresa, unos 15 hombres de entre 30 y 50 años, todos grandes empresarios y con reconocido prestigio con motivo de otra cosa que no viene a cuento contarla.
Total que uno no deja de entrar en mi mente J.O., que casualidad que sus siglas inspiren los Juegos Olímpicos, y es que en el mundo de la empresa se ve mucho el mundo del deporte, primero hay que ponerse un objetivo, la medalla de oro, luego visualizarla, más adelante entrenamiento diario, y cuando estamos en la carrera, darlo todo, pero qué ocurre cuando nos quedamos con la plata. Como dice mi marido, el puesto del primero de los perdedores.
Tengo que hablaros de algo que no nos suele gustar, pero que es importante tratar, y que el señor J.O. me habló y mucho y he aprendido una cosa bárbara y no solo de sus palabras sino de su actitud, de su virtud, la humildad, pero eso lo dejaré para después.
El error, el fallo, el fracaso, la pérdida de tiempo, la frustración, la equivocación, el no, el lapso, la laguna, la errata, el yerro, el gazapo, el descuido, la falta….veréis que son mil palabras las que tenemos para referirnos al él.
Y es que se habla mucho del fracaso pero poco de lo que hoy quisiera hablaros, el aprendizaje.
Intentaré hacer igual, el aprendizaje, el estudio, la enseñanza, el acierto, la preparación, el entrenamiento, el sí, la oportunidad, la experiencia, la aventura, la memoria, la intuición, el saber, me parece que sí hay muchísimas más y más profundas.
Pero en realidad son una misma moneda, la cara y la cruz, y depende de nosotros cuál queramos ver, no es el azar, ni la suerte, la que elige nuestro destino, somos nosotros ante cualquier circunstancia la que visualizamos el éxito o fracaso.
Mi conversación fue franca, honesta, me contaba cual fue su experiencia empresarial y que aquello no terminó como él había esperado, sino con una cuenta en rojo, sin embargo alguien me dijo que todos sus trabajadores siguen yendo a verle una vez al año. Este tipo sigue construyendo futuro simplemente porque decidió apostar por seguir aprendiendo, corregir sus errores, y volver a empezar, volver a levantarse para construir un mañana.
La clave la valentía, la clave no tener miedo a caernos, y la humildad para reconocer en qué nos hemos equivocado, porque sin duda, yo misma he cometido cientos de errores, algunos me conocéis, quizá mi empresa ha sido la mayor plataforma de éxitos de estos años, y sin duda la propia fracasada de ésta. Pero ello sigue siendo motivo de aprendizaje. Ser lo suficientemente sincero y valiente con uno mismo para ver sus fallos corregirlos y luego ser aún más valiente para lanzarse de nuevo a la experimentación, vamos a entrar en acción. Porque las teorías están muy bien, pero la vida real es otra cosa.
Porque, ¿quién no tiene miedo a equivocarse? Pues yo ahora he cambiado el planteamiento, quiero equivocarme una vez y mil más, quiero aprender, quiero ver cómo mejorar, y de aquí la exigencia, para la excelencia.
Me gustaría terminar con mi admirado Peter Drucker: “La excelencia de un líder se mide por la capacidad de transformar los problemas en oportunidades”
Y como no, mi visión, en ver el Sí, en las cosas que hacemos, que aprendemos, y no ver el fallo. Sino transformarlo en tu Sí. Macarena Perona
Que mejor forma de darnos la oportunidad de aprender que dejarnos sanar por el tiempo, del que nos habla Jorge Drexler…. “Nadie nace sabiendo…”