Seguimos celebrando un dia 8 de mazo
En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, quiero compartir una reflexión profunda sobre el binomio familia-trabajo, un tema que resuena en el corazón de muchas, incluyéndome. En mi camino, he descubierto que la verdadera mentira no reside en la imposibilidad de conciliar ambos mundos, sino en la percepción de que debemos sacrificar uno por el otro.
Mi experiencia
me ha enseñado que la clave no está en encontrar un equilibrio perfecto, sino en amar profundamente cada aspecto de nuestra vida, desde nuestra carrera profesional hasta los momentos más íntimos con nuestra familia. He aprendido que ser dueña de mi tiempo, de mis decisiones, y de mi yo, es fundamental para vivir plenamente.
Muchas veces me han preguntado cómo lo hago, cómo manejo mi ritmo de vida, especialmente cuando parece que estoy en todos los escenarios posibles. La respuesta es simple pero profunda: AMANDO. Amar lo que hago, a quienes me rodean, y a mí misma. Este amor me ha permitido priorizar, decidir y, sobre todo, perdonarme por no ser perfecta.
En este Día Internacional de la Mujer, quiero celebrar a todas las mujeres que, día a día, enfrentan el desafío de ser profesionales, madres, parejas, amigas, y más, todo al mismo tiempo. Celebrar nuestra capacidad de amar, de luchar, y de seguir adelante, sin importar los obstáculos.
Quiero que mis hijos, especialmente mi hija, vivan en un mundo donde no se sorprendan al ver a una mujer liderando en la vida pública, siendo una gran profesional, y al mismo tiempo, amando y cuidando de su familia. Un mundo donde no existan preguntas como “¿Dónde están tus hijos?” porque la sociedad entiende y valora el papel de la mujer en todas sus dimensiones.
Este 8 de marzo, brindemos por la fuerza, la determinación y el amor de todas las mujeres. Porque nuestro mayor logro no radica en la perfección, sino en nuestra capacidad de amar y de reinventarnos, una y otra vez. Juntas, podemos cambiar el mundo, no solo para nosotras, sino para las futuras generaciones.
Feliz Día Internacional de la Mujer.
Que nuestro camino esté lleno de amor, desafíos superados, y la libertad deliciosa de ser nosotras mismas. Porque al final, lo que verdaderamente importa es cómo decidimos vivir nuestra vida y el legado de amor y fuerza que dejamos atrás.
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